La violencia en Rosario está lejos de encontrar el camino a la tan necesitada paz. En las últimas horas, tres personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, tras ser baleado por un motociclista vestido como delivery el auto en el que se trasladaban. Asimismo, delincuentes atacaron a dos colectivos de la línea 112 y dejaron amenazas para el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni.

El tiroteo contra el coche que estaba pintado de taxi ocurrió en el barrio Abasto, a tres cuadras del corredor gastronómico de avenida Pellegrini del centro de la ciudad, y según informó el medio local La Capital, se especula que el vehículo, que no tenía letrero ni identificación como radiotaxi, podría haber estaado trabajando como remis ilegal o a través de alguna aplicación. 

En un momento dado, un motociclista vestido como repartidor se puso a la par del auto y abrió fuego contra los pasajeros, según contaron testigos, mientras que se confirmó que las balas ingresaron por la ventanilla trasera y por la luneta posterior.

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Como consecuencia de ese ataque, los tres pasajeros resultaron heridos. Un hombre de 26 años y una mujer de 18 fueron trasladados por una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), él con heridas graves y ella con lesiones de armas de fuego en las piernas, sin riesgo de vida. En tanto, otro hombre fue atendido en el Hospital Provincial, aparentemente también fuera de peligro.

Por otra parte, se produjo otro hecho de inseguridad en el que fueron atacados dos colectivos de la línea 112. Los delincuentes dejaron mensajes intimidatorios contra Pullaro y Cococcioni, en medio de la batalla contra los presos de alto perfil que libra desde su llegada al poder el Gobierno provincial.

De acuerdo a lo informado por los investigadores a la agencia Noticias Argentinas, el primer episodio violento contra las unidades de transporte público tuvo lugar en la noche del domingo, cuando circulaba por la intersección de las calles Aurora y Avellaneda y fue interceptado por un grupo de hombres que intentó evitar su marcha.

Pese a que el chofer logró evadirlos, observó que uno de los presuntos sicarios le tiró un papel y, cuadras más adelante, pudo constatar que se trataba de una amenaza contra ambos funcionarios de Santa Fe.

El segundo caso sucedió cerca de las 22, cuando un colectivo de la misma línea estaba estacionado en el cruce de las avenidas Avellaneda y del Rosario. En ese momento estaban a bordo dos colectiveros, un hombre y una mujer a la espera de hacer el cambio de turno y allí fueron sorprendidos por un joven que a punta de pistola intentó robarles. Uno de los choferes logró cerrar la puerta y acelerar, mientras el delincuente gatilló su arma, pero la bala no salió. En los dos casos intervino la Policía, pero hasta el momento no hay detenidos. 

Estos nuevos hechos ocurrieron después de que el último fin de semana las autoridades locales informaran del incendio de al menos 13 autos en diferentes barrios de la ciudad, donde los delincuentes volvieron a dejar notas amenazantes. "Esto es por ustedes. Háganse cargo de las muertes inocentes que va a haber. Queremos nuestros derechos, las visitas y las llamadas", exigió una de las notas esparcidas por los autores de los incendios.

La quema de los vehículos se habría efectuado entre las 2 y las 4 de la madrugada del sábado, cuando un grupo de personas a bordo de un Renault Clio de color gris arrojó elementos incendiarios sobre los coches estacionados.